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Actualizaciones y vacancias en la currícula del taller de diseño

Esta ponencia busca dar cuenta del grado de avance del proyecto de investigación en el marco del Proyecto SI-FADU en el período 2013-2015: Nuevas prácticas en el campo del diseño gráfico. Actualizaciones y vacancias en la currícula del taller de diseño.

En relación al tema propuesto por las Jornadas de Investigación, la ponencia de inscribe en ella a partir de su análisis sobre los cambios a través del tiempo en la concepción de la disciplina del Diseño Gráfico, los paradigmas de modernidad y posmodernidad en los que se ha desarrollado y las configuraciones, acciones y relatos de cambio tanto en el perfil del diseñador como su rol en la sociedad en la contemporaneidad del s. XXI.

Las nuevas prácticas en el Diseño Gráfico han generado un desplazamiento de la atención del diseño de las cosas al diseño de servicios, trascendiendo la mera utilidad y las características formales del objeto de diseño (Pelta, 2004). La concepción del diseñador ha sufrido un corrimiento desde el lugar de la producción de artefactos únicamente a la de un profesional inmerso en un contexto complejo, cumpliendo un rol intermediario entre el mundo visual y el material. Esta visión más integral podría, incluso, llegar a cuestionar el papel del diseñador.

Partiendo de estas premisas, el proyecto que se describirá en la ponencia tuvo como objetivo principal la investigación y el análisis de los ejes de contenido enunciados en el taller de Diseño I, II y III, durante el período 1997-2013 (FADU-UBA), para aportar a la reflexión sobre actualizaciones y vacancias en la currícula en relación a las nuevas prácticas disciplinares y construir un corpus sobre los contenidos de diseño enunciados en cada taller.

El objetivo partió de la hipótesis que existen áreas de vacancia en los ejes de contenido de la materia –en relación al diseño contemporáneo y el rol del diseñador–, teniendo en cuenta que los programas están siendo revisados en la actualidad por primera vez luego de su creación en la década del ‘80. Estos corrimientos han sido acompañados de manera aislada y no sistematizada en cada uno de los talleres de diseño.

Una mirada instrumental sobre lo comunicacional, a la vez que una mirada formalista sobre la producción de los objetos de diseño, fueron uno de los pilares al momento de la creación de la carrera, que si bien ha ido modificándose, sigue circulando en los contenidos de la currícula como paradigma de la buena forma propio de la modernidad.

Desarrollo del proyecto

A modo de introducción, haré un breve repaso de las premisas de las que partió la iniciativa del proyecto de investigación, sobre las nuevas prácticas en el campo del diseño gráfico, ampliándolas de un diseño meramente formalista a un pensamiento más global e integral de la disciplina. El rol del diseñador se ha ampliado de la producción formal de un objeto o pieza de comunicación en un contexto complejo, inmersos en una cultura del diseño que habitamos no como un espacio diferenciado al que mirar, sino que estamos en ella de un modo táctil, visual, textual y tridimensional. El diseñador en este contexto articula imágenes, palabras y espacios, y conjuga acciones, creencias y estructuras.

El objetivo del proyecto es analizar los ejes de contenido enunciados en el taller de Diseño I, II y III, que aporte a una reflexión sobre las vacancias en la currícula en relación a las nuevas prácticas del Diseño Gráfico en la contemporaneidad.

La inscripción del diseño gráfico en la Facultad de Arquitectura devino en una subordinación a una lógica instrumental, y liquidó –en términos discursivos-argumentativos– la singularidad de los dispositivos de comunicación visual, intentando que lo gráfico fuese la ramificación “comunicacional” de una proyectualidad demasiado cercana a una instrumentalidad (Devalle, 2009). Esta mirada instrumental sobre lo comunicacional, a la vez que una mirada formalista sobre la producción de los objetos de diseño, fueron uno de los pilares al momento de la creación de la carrera, que si bien ha ido modificándose, sigue circulando como paradigma en los contenidos de la currícula. Por otra parte, la creación de los Diseños en la facultad se dio en un contexto donde existía la necesidad de diferenciación respecto de las carreras artísticas, las científicas y técnicas propiamente dichas, y las sociales y humanísticas. (Devalle, 2009). El pensamiento contemporáneo tiende a borrar las fronteras del conocimiento, por lo que ha sido necesario reflexionar sobre el contexto histórico en el que fueron desarrollados los programas y sobre los corrimientos de dichos debates en la actualidad.

Acerca de los objetivos propuestos y alcanzados, hemos analizado y reflexionado, en una primera instancia, sobre el enfoque de las nuevas prácticas en el campo del diseño y el rol del diseñador en la sociedad, a partir de la bibliografía asignada en el proyecto, haciendo especial hincapié en Diseñar hoy de Raquel Pelta, El diseño como experiencia de Mike Copper y Rachel Press, La cultura del diseño de Guy Julier y El diseño gráfico, una voz pública de María Ledesma, bibliografía que nos ha servido para generar una serie de categorías conceptuales para el abordaje de la temática, su posterior análisis y reflexión. Estas categorías son:

• la noción de cultura del diseño: como una cultura que se plantea tridimensional, táctil, visual, textual e inmersiva, no como algo ajeno para mirar, sino que la habitamos, estamos en ella.
• la ampliación de las prácticas en el campo del diseño: la relación de los procesos de valor, creación y práctica que guían a los diseñadores, a la producción y al consumo. El diseño más allá de la creación formal de objetos.
• la ampliación y diversidad de perfiles del diseñador y la interdisciplina: diseñador como conocedor de los grupos humanos (estudios etnográficos), conocedor del entorno (desde las fuerzas sociales, tecnológicas, políticas y de mercado), como un estructurador de contenidos, un facilitador, un integrador del mundo visual con el material.
• la relación diseñador – comitente/productor – consumidor/usuario
• la formación a través de la práctica en proyectos reales
• el binomio mal diseño-buen diseño: por fuera de los debates de la buena forma, sino en relación a la conexión entre el diseñador y el usuario/consumidor y el productor o comitente.

A partir del corpus teórico, hemos sumado algunas experiencias de casos de formación hacia el interior de la cátedra Rico, Diseño I, II y III, partiendo de esta noción del nuevo diseñador y las nuevas prácticas en el campo del diseño gráfico, que intentan dar respuesta a estas premisas en relación a la ampliación del perfil del diseñador –llegando incluso a cuestionar su papel– (Julier, 2010); a la relación del diseñador con el comitente, el usuario y su contexto; a la necesidad de contribuir a integrar el taller de diseño a otros campos disciplinares y a cuestionar el mal/buen diseño desde la concepción moderna de la buena forma. Se tomarán a modo de ejemplo, dos casos entre otros, que serán brevemente detallados en el Desarrollo del Plan de Trabajo.

Una mirada compleja que integre múltiples disciplinas, principalmente del campo de las humanísticas como la historia, la sociología o antropología, la comunicación, la economía y, en otro orden, las tecnológicas, es esencial para un abordaje sustentable de los contenidos que se trabajan en el taller y una formación de los estudiantes que integre el programa u objeto de diseño al contexto complejo en el que está inmerso.

La formación del diseñador debe incluir la reflexión y capacidad para la combinación y uso de las distintas disciplinas, vinculado a un perfil gestor y estratega, intermediador e integrador, que pueda tener una mirada más allá de lo formal del objeto.

El diseñador debe ser un conocedor de las herramientas técnicas pero no puede dejar en segundo plano el contexto en el cual opera en relación al consumidor/usuario, el entorno, la realidad socio-económica, la historia. Para ello debe ser un observador, conocedor de la psique humana (Press y Cooper, 2009). Para lograr este perfil se propone que los diseñadores se formen en metodologías para poder realizar, como parte del proceso de diseño, una investigación etnográfica, que les permita analizar el contexto de acción. Esta etapa implica, entre otras herramientas, entrevistas en el lugar del usuario, para observar sus prácticas y discursos in situ. Esta práctica marcará sin dudas una diferencia en los resultados del proceso al estar realizada por los mismos diseñadores y no por otros especialistas.

Es de destacar el entusiasmo y compromiso de los estudiantes de diseño gráfico que han participado como pasantes del proyecto de investigación, quienes aportaron una riqueza de miradas a partir de sus diversos recorridos curriculares en cuanto a cátedras de diseño. A lo largo de 2014 y 2015 los estudiantes han enunciado la urgencia de reflexionar sobre la propia práctica del diseño, su campo de acción y rol del diseñador en la sociedad como elementos necesariamente formativos en su recorrido académico, instancia que se ha detectado como vacancia por parte de los mismos estudiantes en la currícula actual de la carrera.

Desarrollo del Plan de Trabajo

Para el abordaje de la investigación se han asumido una variedad de enfoques para la generación de un corpus en relación a las nuevas prácticas del diseño. Su sistematización permitió contar con un marco teórico sobre las prácticas del diseño contemporáneo y aportar a la reflexión sobre los ejes de contenido en el taller de diseño.

Acciones de la investigación:
– Se generó una entrevista de 15 puntos para informantes clave, estudiantes del final de la carrera o recientemente graduados. Se realizó en diversos formatos: digital, presencial y algunas registradas en soporte audiovisual.

– Se generó una entrevista modelo para informantes clave, titulares y adjuntos de Diseño I, II y III. La entrevista está pendiente de ser realizada.

– Se relevaron y sistematizaron los enunciados de los trabajos prácticos de las cátedras de Diseño I, II y III que ofrecieron su material, desde 1997 a 2013.

– Se relevaron los programas oficiales de todas las cátedras de Diseño I, II y III, el Acta de Creación de la carrera de Diseño Gráfico en 1986 y los programas de todas las materias electivas en el período propuesto.

– Se relevaron publicaciones, jornadas y congresos, como las Jornadas de Diseño en FADU-UBA, 2014; la Conferencia “Diseño y tiempo” de Guy Julier en el Festival Internacional de Diseño, VIII Edición, 2013; publicaciones como De la forma a la estrategia. Una caracterización de la oferta de servicios de diseño en la ciudad de Buenos Aires, CMD (2014), entre otros.

– Se analizó, reseñó y sistematizó la bibliografía sobre el enfoque del rol del diseñador y las prácticas del diseño contemporáneo.

– Se relevaron casos de formación hacia el interior de la materia Diseño I, II y III de la cátedra Rico, por estar bajo algunos de los supuestos de las prácticas del diseño contemporáneo aportados en el marco teórico.

El proyecto se desarrolló en las siguientes etapas:

1º etapa: análisis del material bibliográfico y casos de estudio.
Se generó un corpus teórico que investiga sobre la construcción cultural y profesional del diseñador y sus perfiles, las nuevas prácticas y contextos del diseño contemporáneo. Este enfoque del diseño apunta principalmente a ir más allá de lo formal del objeto hacia una red de relaciones materiales y comunicativas, donde el diseñador debe tener la capacidad de combinación y uso de las distintas disciplinas.

Aquí el diseñador se presenta como un proveedor de estructuras, configurador de contenidos, más allá de creador de formas es un presentador de la información; un reconfigurador de rutinas y puntos de vista, un facilitador que abre posibilidades. El diseñador reconecta público, prácticas y emplazamiento en una cultura de diseño (Julier, 2010) que habitamos, no como un espacio diferenciado para mirar, sino como un entorno en el que estamos inmersos, táctil, textual, visual, tridimensional.

Desde esta perspectiva, podemos cuestionar la enseñanza del diseño a través de las tipologías porque mezclan criterios compositivos con criterios funcionales –soporte y función– dejando de lado una mirada política en la elección de las tipologías como correas de transmisión de saberes (Ledesma, 2003). Podemos cuestionar también la enseñanza del diseño basada en la buena forma en el marco de una concepción cientificista-racionalista de la modernidad, puesta en crisis en los ‘90 por una gran cantidad de diseñadores que expresaron su visión a través de la deconstrucción de la imagen aportando nuevas metodologías más flexibles propias del posmodernismo. Podríamos establecer nuevos criterios para un buen/mal diseño ligados, por ejemplo, al vínculo o no entre el diseñador, el contexto y sus usuarios.

Finalmente, Press y Cooper (2009) proponen que el diseñador debe ser gente “de personas” y no gente “de cosas” y ofrecen, a la vez, un perfil del nuevo diseñador que tiene como características ser un creador inteligente, conocedor de técnicas y del trabajo para una interpretación y calidad profundos, pensador reflexivo; un trabajador del conocimiento, comunicador experto, flexible y trabajador en equipo; un empresario sostenible, gestor, estratega; un ciudadano activo con iniciativa social.

Estos conceptos clave fueron reseñados, por parte del equipo y los pasantes, de los autores principales de la bibliografía aportada al proyecto.

El corpus se completa con algunos casos desarrollados en el contexto de formación de Diseño I, II y III de la cátedra Rico (FADU-UBA), donde se parte de esta noción del nuevo diseñador y las nuevas prácticas en el campo del diseño gráfico, intentando dar respuesta a lo que se supone vacante en la currícula oficial. En torno al proyecto de Diseño de Información en un formato digital interactivo sobre la problemática de la violencia hacia las mujeres (Diseño III) para generar experiencias de conocimiento en relación a la problemática de género, más específicamente sobre la Ley 26.485: ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones Interpersonales. El proyecto fue abordado desde una mirada interdisciplinaria hacia el interior del taller, con la presencia de tres especialistas: María Eugenia Otero, Psicóloga Social y Diseñadora Gráfica (UBA), profesora en el Postítulo Especialización en Educación Sexual Integral en el profesorado Joaquín V. González, Mariela Sarlinga, profesora de Historia (UBA),especialista en Educación Sexual Integral, diplomada en Pedagogías Críticas y Sexualidades (UNLP) y Sandra González Altea, licenciada en Derecho (UBA), dra. en Ciencias Políticas y Sociología y coordinadora del Postítulo Especialización en Educación Sexual Integral en el profesorado Joaquín V. González.

Otro caso, sobre la Estación Pringles Espacio Quiñihual (Asociación Civil sin fines de lucro en provincia de Buenos Aires), que trata de la recuperación de la estación ferroviaria como posta poética y de intervenciones múltiples. Parte del proceso de enseñanza-aprendizaje de este proyecto consta de un viaje de formación de docentes y estudiantes de los tres niveles al territorio. Llevado adelante desde la producción de diseño editorial, audiovisual y sistema de identidad, el ejercicio fue transitado a partir de los conceptos tomados del antropólogo Roberto Cardoso de Oliveira: mirar, escuchar, escribir [diseñar], recorrido que apunta a abandonar la contemplación distante del objeto y entender el territorio como un conjunto heterogéneo de fuerzas en movimiento constante. Mediante un breve trabajo de campo realizado durante el viaje de formación, los estudiantes experimentaron el territorio, conocieron grupos diversos que contaron parte de las historias del lugar como un grupo de maestras rurales de la escuela de la Estación Quiñihual, un grupo de trabajadores ferroviarios, los artistas que forman parte del colectivo y un historiador que dio una conferencia sobre un recorrido histórico del pueblo y el tren.

2º etapa y 3º etapa: Producción de corpus a partir de los enunciados de trabajos prácticos del taller de diseño en el período mencionado. Entrevistas en profundidad a estudiantes y profesores de la materia Diseño I, II y III.
Los enunciados de todos los trabajos prácticos de los tres niveles de la materia han sido relevados gracias al aporte de titulares, adjuntos y docentes de todas las cátedras. Han sido categorizados en: nombre del trabajo práctico, contenidos, objetivos, consigna y bibliografía separados por nivel, año y cátedra. Se han priorizado los años 1997-2002-2008-2013 respondiendo a un primer corte alejado en el tiempo, un segundo corte que tiene como hito la crisis de 2001 en Argentina, un tercer corte en relación a los avances tecnológicos y un último corte actual.

Los contenidos de cada cátedra, nivel y año fueron sistematizados generando un cuadro comparativo que da cuenta de los contenidos canónicos o recurrentes de todos los talleres en un mismo año y nivel y contenidos diferenciales, propios de uno o algunos talleres. Por otro lado, se diferenció la bibliografía canónica –en caso de ser mencionada, en su mayoría no lo está– y la bibliografía diferencial o nueva según el año.

Conexión que transforma

Ubicación
Argentina
— Pacheco/ San Fernando,
Buenos Aires, CP1436
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